martes, 17 de agosto de 2021

La luna.

 Hace mucho tiempo que dejé de escribir.

La verdad es que no quiero volver ha hablar de desamor, de historias escritas en pasado, de historias mal contadas de otras bocas retocadas por mis oídos con el afán de hacer sentir vivo a aquellas personas que lo vivían intensamente.

Os hablo hoy del amor en mayúsculas.

Amor...

No podría definir otra cosa como tal, porque lo he sentido. Lo he sentido hasta quemarme. Hasta herirme. Hasta que dolía. Hasta que sanaba. Hasta que curaba. Hasta que rompía. Hasta que me faltaba el aire. He llorado de alegría y de tristeza. He gritado con pasión y desasosiego.

Os hablo del amor que se vuelve droga. Ese amor que se mete en vena. Que es parte de ti. De cada poro de tu existencia. Que te hace sentirte vivo y morir. Y renacer. Ese amor indomable como Romeo y Julieta. Pasional como dos amantes en Verona. Ese amor de telenovela de la antena 3.

He amado como jamás ame. 

He amado hasta sentírme viva.

He amado hasta morir en vida.

He amado hasta la incondicionalidad.

Yo, la que odiaba el amor.

Me enamore de mi intensidad, su intensidad. Del amor, del futbol y de la luna en menos de veinticuatro horas.

He amado hasta que el corazón deje de hacer "pum"

Y que tragicomedia. Y que sensación. Y que mágico.

Tanto, que para contarlo realmente, no encontraría palabras en el diccionario para deciros con claridad lo que es a día de hoy el Amar para mí.

Ya no hay palabras suficientes para deciros lo que es el amor. Ya no existen porque no puedo definir ese sentimiento que se apoderó de cada centímetro de mi piel, alma y corazón. 




Datos personales

Mi foto
"Llegará cuando olvides lo que querías."