lunes, 31 de diciembre de 2018


Dicen que es mejor tarde que nunca, que es mejor la espera, estar en ascuas porque luego la sorpresa es equivalente a la ansía y la espera anterior, pero lo que nunca nos cuentan es que el sentimiento de alegría o de tristeza es equivalente al mismo. Hoy debería hacer un balance de este año, pero en realidad y como dije hace unos días, llevo dándole vueltas a esta entrada porque no sabía ni por donde empezar mi balance, no os voy a entretener con obviedades, ni os voy a deprimir con historias que todos llevamos a cuestas, pero os tengo que reconocer que llevo haciendo balance de este año desde que comenzó, e incluso anteriormente a que empezara, hacía balance de como iba a ser capaz de afrontar otro año, y creo que hoy estoy en la misma tesitura, no por no saber afrontar, total, dicen que por cada año, hay ochocientas oportunidades, pero, ¿Alguien os ha contado que también hay ochocientas maneras de desperdiciarlas?
A lo que iba, no os voy a aburrir despues de estos días de espera, pero disculparme de antemano, todo aquel que escribe es por que algo lleva dentro que le duele y le rompe a la vez que lo salva, y yo, siempre me encuentro en pronóstico reservado.
Hace unos días me preguntaron si era feliz, y creo que a ratos, lo soy. Y creo que lo bueno es que no pienso en nada cuando me preguntan si lo soy, que no te apareces por arte de magia y que yo dejé de permitirte entrar en mi cabeza para mover pensamientos a tu antojo, a tu libre albedrío sin tener un mínimo de consideración.
El dolor finalmente está siendo puntual, como las secuelas de un accidente, como cuando reparamos una figura con pegamento, faltan piezas, pero se mantiene fuerte, se ven las grietas pero solo externamente. Aunque os tengo que confesar que he aprendido este año, lo mismo que el anterior, y no me refiero laboralmente ni profesionalmente, me refiero emocionalmente hablando. Sigo siendo la misma persona de siempre. La misma que se iría en busca de ti, o en busca de ella misma cuando se pierde y la cabeza se abruma. Sigo siendo la misma a la que le encanta mirar el mar, y que prefiere la playa en invierno. Me sigue encantando el café aunque sigo intentando hacerme téinomana (Entre tú y yo, sigo siendo un puto desastre)
Sigo riendome por las mismas cosas y siguen aburriendome lo que a mi, por mi persona considero realmente tonterías. Sigo intentado lograr aquello que se que algún día seré cuando me vea en el espejo. Y sobre todo, sigues formando parte de todo lo que soy.
Pero por favor, no cambies mis palabras y no sintais pena de esta pobre ilusionista con afán de escritora provisional, no podéis sentir pena porque me siento orgullosa de que tú sigas formando parte de esto. De que todo lo que rompiste, si no lo hubieras roto, no sería tan fuerte como lo soy ahora. Aún después de todo, te tendré que dar las gracias por perfeccionar eso que tanto me gustaba de mi. Pese a que me costó horrores perdonarme.
Pero ¿Que podría haber echo? Es lo que tenemos las personas, que somos crueles, que amamos lo dañino y menospreciamos lo que nos cuida y nos salva, por que claro, ¿Como vamos a amar algo que nos ama y que siempre está a nuestro lado? Que osadía por nuestra parte. Es mucho mejor rompernos cada uno de los huesos contra aquello que va a sacar las tripas y lo peor de cada uno. Claro que sí.
«Espero que mi ironía se haga notar»
Sí, este año he aprendido justo lo mismo que llevo aprendiendo desde que tenia algo de consciencia. Amor, paciencia, dedicación, respeto, cariño. Y si algo de eso no está presente, dibujar una enorme puerta, señalarla con gracia e invitar a aquello a salir por ella. Echar doble cerrojo, perdonarme de nuevo y sonreir.
Creo que no puedo pedir nada mas maravilloso al nuevo año, quiero seguir rompiéndome de risa con todas las personas que me quieran, soltar a aquellas que me quieren pero no tanto y dejar de esperar ilusiones que no saben a nada, que solo dejan vacío y angustia. Aprender a levantarme y poder elegir con total plenitud mental la felicidad. Sonreirle a la vida por muy perra que se ponga. Hacer de lo difícil algo extraordinario y de lo fácil algo emocionante. Sonreirte desde abajo, agradeciendote a ti y a la vida todo lo que me has dado, todo lo que aprendí, todo lo que sentí, y en todo lo que me he convertido, pero soltarte por fín, porque ahora puedo decir con total plenitud, que te quise, te quiero y te querré, pero que ya no te necesito.
Gracias por dejarme dibujar mapas en tu espalda todo este tiempo, al final la exploradora consiguió alcanzar el tesoro. Aún no sabía que la palabra libertad iba a ser tan costosa de lograr.
Feliz año nuevo. Feliz yo. Ojalá siempre.

martes, 6 de noviembre de 2018

He luchado contra todo pronóstico para olvidarte, he jurado mil veces que el odio se iba a apoderar de todo eso que algún día pudimos llamar nuestro, he prometido ochenta veces que te olvidaré, que se acabó apostar por imposibles de cara amable y sonrisa con doblez. Y lo peor de todo es que ni yo he sido capaz de cumplir, que yo me he fallado con tal de seguir y no fallarnos, no fallar el recuerdo, que fue lo único vivido que era tan nuestro y tan real que ni nosotros pensabamos jamás que sería. «Y que le voy a hacer si el veneno llevo en la piel» contó el arrebato en hace años sin saber que más tarde o más temprano pasaría esto...
Y es verdad, estas dentro de mi, como algo mío como algo que no deja que nada más pueda pasar, le has quitado el sentido a todo lo que un día me pudo doler, has apartado miedos y sobre todo dolor, has jugado con mi felicidad en tus manos y has tenido el poder de destrozarme el alma, lo has echo. Juro que has tenido el 50/50 en tus manos y me has jodido tanto como me has querido. Se que me has querido. Se que me quisiste en algún momento. Y gracias. Aunque nunca he sido de estaciones de amor pasajero de un rato. Y hoy te veo, y juro que veo lo mismo que antaño, lo mismo que me causo tanto dolor y tanta felicidad. Y te quiero, juro que no está pasando un día sin que te quiera desde que decidiste coger las riendas de tu vida sin mi. Y no sabes lo orgullosa que estoy de ti, sinmigo. 


Siempre serás el amor de mi vida.

lunes, 29 de octubre de 2018

0408

Dicen que solo se escribe cuando un trozo de nosotros se ha roto en tantos pedazos que solo nos queda asegurarnos el reconstruir o al menos el intentar llenar cada vacío que cada día acaba por matandonos mas y más.

Yo hace tiempo luché en nombre del amor y de la vida, pero no en mi nombre, no en mi felicidad, y dicen que es solo cuando sufres tanto un amor eres incapaz de reconocer cuando vuelve a latir el corazón.... Y ¿Sabéis qué? Creía que habia muerto de amor, que en vez de vivir sobrevivía...Llegué a pensar que yo no valía para rosas ni para citas románticas, ni para versos de Neruda o Cohelo, creo que dejé de sentir porque me apasionaba tanto leer los Pilares de la tierra, y os aseguro que empecé a no encontrarle sentido a ninguna canción de amor, ni de desamor, nada. Absolutamente nada.


Y un día, uno cualquiera, apareciste tú, sin cuentas de pasado, sin treguas, armandome la guerra hasta los dientes, con batallas internas, con un niño atrapado, y yo, que me atraen las causas perdidas...me enamoré. Locamente. Inconscientemente. ¿Porque no?
Yo que creía que todo aquello no tenía espacio para mi, y me enamoré de todas y cada una de tus dudas y de tus ganas, de tus idas y de cada vez que volvías a reventarme el alma.
El amor es ese tren que no espera, que atropella, que arrasa y que te hace entender el porque nunca antes te tiraste a las vías del tren, te hace comprender porque no moriste anteriormente por amor, te hace ver que hay amores que te enseñan, pero hay otros que arrasan, como tú, como yo, sin buscarnos.

Por eso hay quien dice que si no has muerto siete veces en vida, es que no has vivido nada. He perdido la cuenta de las veces que nos hemos ido sin dejar de irnos, y he perdido la cuenta de las veces que he decidido cerrar el capítulo contigo y no puedo. No quiero. Me niego. Yo, que siempre me he ido a lo grande, olvidando, con una sonrisa y sin hacer ningún ruido y contigo no puedo.

Toda mi vida he creido que el amor era de sentimentales ilusorios, y hoy, después de tanto daño, de echar la vista atras y de verme ahora, a las 22:19 escribiendo esto, debo decirles señores, que el amor es el acto más valiente que he visto en el ser humano. Que hay que tener muchos cojones para volverse loco por alguien que cualquier día te come a besos y al otro te puede dejar un inmenso vacío en el alma.

Hay que ser valiente querer enamorarte de alguien que aun sabiendo que será el poema más bonito, tambien sera el mas triste y el mas dificil de escribir cuando se marche.

Hoy es uno de los días mas complicados desde hace años en mi vida. Y sí, teneis toda la razón, solo escribo cuando estoy inmensamente triste. Por que como todo escritor, la literatura esta formada para cambiar la vida, o para hacerla menos agridulce.

Ojalá volvieras ha decirme que todo va a salir bien, Ojalá yo te creyera esta vez.
Ojalá te digan que el amor tiene un final, y es el olvido, y Ojalá tú te lo creas. Y me pongas esto totalmente mucho más fácil solo con el simple echo de olvidarme.

Ojalá que nadie te diga como vivir. Y Ojalá que no me eches de menos, porque te tengo que decir, que echar de menos es como si el corazón te dijera, «Oye, me rindo, ya no puedo más» y te puedo asegurar, mi amor, que es una mierda.

Ojalá, al igual que a mi me has enseñado que querer es algo maravilloso, nunca te olvides de que gente como tú, es la que salva realmente a personas como yo. Personas que creemos que dominamos el amor y que podemos controlarlo todo, pero no.

Asi que, si volviera a echar el tiempo atrás, pararía el tiempo para ir a buscarte.


«No pienso ver la Alhambra sin ti.»


lunes, 11 de junio de 2018

Que putada.

Que putada mi amor, que nada de esto se pudiera salvar amando.
Que ojalá con el poder de uno hubiera conseguido ser dos...De verdad que que putada, tú que conseguiste sacar la parte más emotiva de mi vida sin ni si quiera planteartelo, que haces que me acuerde de lo bueno y que todo sea un paraíso si te tengo de frente...Tú que sin querer que fuera, fuiste eres y serás. Tú que eres pasado, presente y te obligo a no irte de mi mente con tal de que seas futuro.

Que putada mi amor, que por ti vendí hasta lo que no tenía de mi para darme cuenta de que tú solo me querías entera...y que no hacía falta mitades...Que putada que solo pueda sentarme a escribir y sea de ti, de nosotros, de la vida esta que se empeñó en que te conociera en el mismo momento en el que ahora volvería cada vez que el reloj marca hora punta.

Y que putada cariño, que no quiero verme en otros brazos y que me mataría por dentro verte a ti en otra sonrisa. Y que lastima que pudimos ser tanto como te quise.

Que putada que esta cabeza esta totalmente sentada para decirte que ya no puedo con tus idas y venidas, que putada que te fuiste y yo solo sabía agarrarte para que no lo hicieras nunca. Que putada esto de echarte tanto de menos sin motivo coherente ni aparente. Y como escuece el pecho sin ti, y los domingos, y el café, y la vida.

Que putada que te quiera tanto como me duele tu ausencia, y que putada que sepa que va a ser así cada día.

Yo que me desarmé hasta los huesos, que no tenía nada más que ofrecer, pero que el corazón, limpio, sano, entero, te lo dí, lleno de cicatrices para ti, sabiendo que más tarde lo necesitaría.


Que putada cariño, que me quiero con locura, y aún así me levanto sin ti. Que la felicidad es plena, pero solo me imagino un día contigo. Que esto es jodido, pero me levanto todos los días comiendome el mundo porque se que lo tengo que hacer, que voy a por todas, y que tú nunca vas a estar para vencer mil ejércitos. No te preocupes, yo me encargo. Armada hasta los dientes, por mi. sin ti.

Pero que putada no verte la espalda por las mañanas.

lunes, 21 de mayo de 2018

Hola, buenos días.

No sé cuantas veces me he sentido en el abismo ni cuantas veces he sonreído desde abajo, vacilando a la suerte, provocándote a ti y a la vida, sobre todo a la vida.

No sé cuantas veces me he sentado frente al teclado deseando que me invadieran las letras, buscandole el mínimo sentido a porque las personas maravillosas son efímeras, a porque todo tiene fecha de caducidad o a porque la vida es tan perra, si cuando vienes y abres los ojos por primera vez, te besan.

Quizá la clave de todo es dejarse los porqués, esos que están tan llenos de dudas y de miedo, de ganas, de intriga...Quizá la clave sea escuchar a Sabina los Domingos...dejarte llevar por cualquier canción al salir de trabajar, buscar la playa en sus ojos...Quizá la clave sea disfrutar de ese café, ese que te tomas un Lunes, un jodido lunes, que sabes que no hay dios que lo arregle porque te has levantado tarde, o demasiado pronto..

Quizá la clave sea tomarse las cosas conforme vengan...Cafés de madrugada, Domingos de resaca, Cubatas en la mano, Viajes de improvisto, un "quiero perderme, y si tú quieres, me encantaría que te perdieras conmigo", Un abrazo de tu madre, la sonrisa de tu abuela, la mirada de tu padre, el "Buenos días preciosa" del vecino del quinto, de verdad....¿Es tan complicada la vida?¿O es que somos nosotros los que le buscamos tres patas al gato con tal de no afrontarla?

Quizá y solo quizá, la vida se trata de eso, de venir, de sobrevivir, de dejar huella, pero no para el mundo, que va, ni mucho menos, dejar la huella dentro de ti, disfrutar de todo lo que venga, dejar marchar a todo lo que se quiera ir, porque no somos dueños de nada, ni de nosotros mismos...
Quizá es mejor disfrutar de ese abrazo, de esa sonrisa de tu abuela, de que tu madre te recuerde que tienes que cenar, y tu abuelo no se olvide de ponerte el cubata que tanto te gusta llegues a la hora que llegues...Que tu padre te mire y automaticamente os ríais, y te diga entre risa y risa "tú me entiendes eh?" aunque yo no tenga ni idea de lo que me quiere decir...

Quizá el cubata sabe mejor cuando te lo echan tus amigos y tú sabes de sobra que te quieren liar de más, viajes planeados de fiestas irrepetibles, recorrer el mundo cantando por la playa y creerte jodidamente invencible, que te abracen, o que te miren, que te miren tan profundamente que te toquen el alma...

Quizá la vida no es tan perra, y nosotros aquí sin saberlo...

martes, 27 de febrero de 2018

Que solo hablar de amor me pone de mal humor.


Y entonces sucede, todo vuelve a reaccionar, todo vuelve a girar pero en otra dirección y ya no se donde mirar, he perdido el norte, no hay brújulas ni guías que valgan, que sirvan, no hay guías que te anticipen lo que va a pasar, no hay espacios de tiempo, ni tiempo en determinados espacios, pero fluye, todo sigue fluyendo, como cuando tú, pero sin estar.

He luchado contra todo pronóstico para olvidarte.
He dejado de contar los días en los que no estás a mi lado.
He olvidado todo aquello malo que me diste. Pero también todo lo bueno.
He decidido perdonarme de una vez por todas. Luchar por el olvido. En nombre de la vida. De la mía, pero sin ti.

No hay culpas. No hay dolor, pero tampoco miedo.

He aprendido que a veces las personas se van, y no por que deban hacerlo, si no porque no saben como decir que se quieren ir.
He aprendido que la vida te quita y te da, pero que es una lucha constante con uno mismo para sobre llevar la realidad. Que quien vive de ilusiones está en las nubes e ignorando, acepta la felicidad de buen grado, pero quién vive de realidad tiene que luchar constantemente para aceptar lo malo y lo bueno, puede llegar a morir, porque quien no se emociona, y no siente, al final vive en pronóstico reservado.

He aprendido que hogar es donde están esperándote las personas que de verdad te quieren tal y como eres, te aceptan, te respetan y te incitan a ser mejor todavía.

He aprendido que no tengo que rogarle nada a nadie, que nadie se merece que le mendiguen ningún tipo de cariño, que quien está es porque quiere estar, quien llama es porque quiere llamar y quien desaparece es porque quiere hacerlo.

Pero he decidido que no voy a cambiar, que prefiero mejorar y pulir todo esto que llevo tan bonito dentro, pero que ya está, que no voy a ser alguien que no soy para que alguien permanezca a mi lado. Que no quiero todo eso, que quiero ser feliz y rodearme de aquellas personas que quieren que lo sea, que nadie está nunca solo, solo que a veces estamos ciegos, en el pozo y a oscuras, y yo me engancho a las paredes si hace falta con tal de no quedarme ahí-

Que voy a luchar por todo lo bonito que tengo, por todo lo que quiero tener, por lo que tuve, por lo que aprendí, que las puertas siguen abiertas para el que se alegre por todo lo bueno que la vida me de, e igual de abierta para aquellos que no quieran ser actores secundarios con papeles de contrato fijo en mi historia. Por que esto es todo mío. Y lo quiero todo para mi.



"Fuimos risas, gritos, lágrimas...Fuimos cama, sofá, eternidad...Vaciaste mi diario, reescribiste lo nuestro..."

- Las personas se demuestran por como se comportan cuando ya no te necesitan.- 


Y hoy solo puedo decirte que yo te quise antes, después, durante, y finalmente. 
De ochocientas mil formas diferentes. Y ahora me doy cuenta de que estoy cerrada por reformas, de ti, de mi, de todo. Doble llave. 


Dejarme a mi bola. 

viernes, 16 de febrero de 2018

Pero la enamoré.



Ella es la chica más "anti romántica" que existe:
Quedar un par de veces me bastó para saber que era de esas mujeres que no soportan los halagos, ni las comedias románticas ni las historias de amor. Me dejó claro que jamás me atreviera a regalarle flores sino quería volver a casa oliendo a rosas aplastadas (los bombones los aceptaba de muy buen grado, sin embargo) y lo primero que me advirtió fue que era una chica egoísta, que siempre iba a mirar por ella antes que por nada.
Estaba conmigo porque le apetecía; en cuanto esas ganas desaparecieran (y siempre lo acababan haciendo, según contaba) se iría. Le atraje físicamente -me decía-, y parecía no ser ese tipo de tíos que a veces ella utilizaba de "usar y tirar". Por fuera era como ellos, por dentro había algo que le resultaba distinto (palabras literales).
Si creéis que esto me lo dijo con amor o brillándole los ojos, os equivocáis: era casi pura curiosidad. El niño que sigue una senda sólo por ver dónde acaba, sin más.
Así que estaba enfrente de una chica egoísta (admitido por ella misma), egocéntrica y mordaz. Una chica que cada encuentro que acabábamos en la cama era como agotar un día más en su corto calendario.
Era de todo menos mentirosa, no lo podía negar.
Me puso las cartas sobre la mesa y accedí a jugar.
Lo que ella no sabía es que había dado con un chico exactamente igual. Ella, tan acostumbrada a que los hombres (generalmente pretendiendo impresionarla) intentaran despertar a la princesa y quisieran sacar a la romántica que llevaba dentro, se encontró de bruces con alguien a quien el plan le parecía perfecto.
Yo sí que estaba harto de niñas bonitas de corazón blando y cara muy dura, de lágrimas fáciles y olvido sencillo. Yo sí que estaba harto de mis etiquetas, y era idóneo, porque ella compartía todas y cada una de ellas: desde luego de eso no nos íbamos a culpar.
Os contaré algo que ella no supo: Temblé en muchos momentos. Lo hice cuando supe que aquella chica se estaba metiendo en un sitio que no la había invitado, y lo hice por su advertencia de huida rápida que me dijo al principio y me tenía aterrado. Pero no se lo hacía ver, claro. Si había que morir, moriría como era: orgulloso. Entero. No le iba a dar el placer de que me acabara viendo como uno más, otro que empezó de duro y acabó derretido a sus pies mientras ella sonreía incómodamente limpiándose los zapatos.
Varios meses después (ya habiendo pasado la primera barrera de sus "cortos tiempos"), nos miramos y nos dijimos que teníamos que hablar. Su cara era seria.
Ella quiso hablar primero (para variar), y justo cuando esperaba la cornada definitiva (nunca mejor dicho), me llevé la sorpresa más grande: se estaba enamorando.
Y sabía que la iba a dejar, que eso no entraba en el trato; casi se estaba disculpando por ello, por haber perdido, por haber infringido las reglas.
Yo oía todo su discurso con una sonrisa disimulada (y regocijado, no lo puedo negar) ante su preocupación. Cuando terminó de hablar, y se me quedó mirando con el corazón a reventar esperando mi respuesta, sólo pude acertar a suspirar en un tremendo alivio, lo que produjo su desconcierto, sus protestas y su enfado. Y la callé besándola.
Luego se lo conté todo, pero primero la besé.
Y nos dimos cuenta de algo valiosísimo: ninguno había mentido. No éramos dos almas cándidas fingiendo, de verdad éramos tal y como nos habíamos presentado al otro. Al menos, eso creíamos. Hasta que el otro llegó a nuestras vidas.
"¿Sabes por qué me quedé? -Me dijo mucho tiempo después. "Porque en ti encontré lo que, sin saber, necesitaba. Y cuando me daba cuenta inconscientemente de que los otros no lo tenían, me iba".
Y aprendí la diferencia entre las chicas como ella y las "otras".
Ella se presentaba como era, sin mentiras.
Y era la mejor chica que he conocido jamás.
Y la chica superficial se enamoró de mí por fuera y por dentro.
Y la chica egocéntrica perdió su orgullo mil veces por hablarme.
Y la chica nada romántica lloró leyendo junto a mí, se emocionó con las notas que le dejaba escritas por los rincones de la casa y se sonrojaba cuando le decía que era (que sigue siendo) lo más precioso que me he encontrado en mi vida.
Traspasé todas y cada una de sus barreras con las mismas armas, y resultó que eran sólo eso:
Barreras.
Esperando, sin ser consciente,
que alguien las traspasara como lo hice yo.
Sí, verdaderamente ella es
la chica más "anti romántica" que existe.
Y entre ustedes y yo, sin que ella se entere porque me mataría:
Le encanta que le regale flores.

viernes, 9 de febrero de 2018

vive.

¡Que la vida es demasiado bonita para estar aquí, sin vivirla!

¿Cuanto tiempo tiene que pasar para borrar lo que duele? ¿Cuantas noches dándole vueltas a la cabeza sin encontrar motivos y porqués? ¿Cuantos besos te tienen que negar para darte cuenta de que no tienes que rogarle amor a nadie? ¿Eres feliz? ¿Que quieres conseguir con todo esto? 

Meses así, pregunta tras pregunta, pero, de repente, como por arte de magia, todo cambio. 
"Que bonita que estas cuando no dependes de nadie"

Y que verdad. 
Hay veces en la vida en el que el primer amor no llega en ese orden, cuando menos te lo esperas, te rompes y te construyes como en un pestañear de ojos, sin querer, sin buscar, conoces a alguien que te remueve hasta el último centímetro de la piel, el peor error es pensar que esa persona es externa, o que se va a quedar, o que va a ser toda la vida...pensar tanto que al final tú tan guerrera, te ves, desarmada, completamente, con el corazón abierto de par en par, sin escudos ni defensas que puedan parar ese ejército que viene armado hasta los dientes, y sólo puedes confiar, confiar en que no te rompa, confiar en que venga a abrazarte fuerte y a coserte desde dentro, a acariciar las cicatrices y echarle dosis y dosis de cariño. 

Pero no. Toda historia de amor interminable, no puede empezar ni acabar por otra persona, tienes que darte cuenta de que lo más valioso que tenemos en esta vida es a uno mismo, que hay que marcar los límites y romperlos, que hay que vivir, lo bueno, lo malo, lo regular, que hay que quererse, valorarse, y sobre todo, superarse. Que donde ya pisaste no puedes dejar huella, que donde quisiste y no te quisieron no hay nada que rascar, que luchar contra el muro solo te convierte en un suicida, y no en un héroe. Que sacrificar tu vida por alguien solo es heroico en el Titanic, pero ya. Dejemos de buscarle preguntas donde ya quedaron claras las respuestas, dejemos de rogar amor, donde solo nos dan migajas. Quiereté porque estás jodidamente preciosa cuando te levantas por la mañana y no dejas que el mundo te coma, que te arregles por ti, que te pintes la sonrisa por ti, que consigas todo lo que te propones por ti, y que le jodan al resto, porque es así, porque la vida está de paso, y tú eres la única que puede decidir si marca la diferencia o la deja pasar lamentandose.

Vive, porque no se me ocurre una manera más bonita de ser feliz. 

Datos personales

Mi foto
"Llegará cuando olvides lo que querías."