Arte de quitarme la ropa y hacerme el amor.

Y todo hay que decirlo, tú tienes arte.
Tienes ese arte de mirar sin utilizar los ojos, romper sin necesidad de utilizar las manos, recomponer todo lo existente o ya desaparecido entre tus piernas y soñar con todo, bueno, con todo menos conmigo.
Conmigo...que me encanta cuando hablas sin la boca, cuando me gritas con los ojos, y cuando sientes con las manos, cuando haces que sienta mil cosas cuando pasas tus manos por la espalda...que magia tienen esas manos, joder. Podrían llegar a recomponer a cualquiera, incluso a aquellos que han perdido los motivos para seguir, hazme caso cuando digo que les darías un nuevo sentido a su existencia utilizando tus manos.
Que cínico...tú y todo eso que tiene que ver conmigo, - perdona- contigo. Me he vuelto a equivocar, pero ¿que hago? para hablar de mi me sale empezar por ti, o por esa manera que tienes de mirar al horizonte, como si esperases que fuera a caerse el cielo a tus pies, o que fuera a llegar el hundimiento del mundo, y luego sonries, y casi puedo notar como todo se desquebraja ante aquel gesto tan bonito, puedo notar como el mundo se parte en dos cuando me miras, y quién sabe, a lo mejor no consigues destruir a la humanidad, pero yo siento que estoy acabado cuando lo haces, y nunca antes me había gustado tanto que algo acabase conmigo.

Quédate hasta que lluevan pianos.

Puedo resumir los mejores meses de mi vida si me dejo caer por tu espalda. Y quizás si abrieras los ojos descubrirías porque estoy tan enamorada de ti. Quizás sin sonrieras un poco más te darías cuenta de porque se me eriza la piel cada vez que me tocas. Y como no, verías que soy fan cada vez que caminas, porque nunca he visto unos pasos tan firmes como cuando vienes por detrás a abrazarme. Si a lo mejor me dejas, vas a saber lo que son las buenas caricias, las charlas a las 3 de la mañana en verano, y ¿Porqué no? Vas a conocer los mejores desayunos de tu vida, porque yo de chocolate y besos, entiendo mucho, sobre todo cuando todos y cada uno de ellos te los tengo que dar a ti.
Creo que ni en esta vida ni en 100 como esta hubiese dejado de intentar hacerte sonreir. Porque de verdad, no sabes lo feliz que soy cuando sonries, me das vida, y si, es tonto, pero me das paz, aunque para qué negarlo, solucionando las cosas con un dado con caras de sonrisas, ¿Qué más cabe esperar? Ya bastante que siendo un sacacorchos consigo sacarte mil cosas.
También podría hablar de tu espalda...creo que me he aprendido de memoría cada centímetro de ella, y sí, llámame loca, pero me encanta. Me encanta poder gastarte todos los bolígrafos del escritorio solo para escribir en ella. Y me encanta cada lunar, por pequeño que sea.
Me encantás tú, y tú manera de enterarte de todo lo que pasa alrededor solo con levantarte un poquitito las gafas, y las ganas que le pones a las cosas, sobre todo cuando estás a solas conmigo, me gusta que vivas, y que me hagas vivir, que me calmes, y que hagas que explote, porque sabes perfectamente como hacer que en milésimas de segundo se me olvide todo, aunque para que negar lo, teniendote a ti delante de lo que menos me acuerdo es de cabrearme, porque vienes, con esa sonrísa, con esos abrazos, y yo no soy de piedra, nunca lo he sido, nunca pude serlo desde que te conocí, creo que toda esa coraza me la quitaste tú, a base de llamadas, conversaciones y mil y un intento de verme. Que bonito eres joder, y que suerte he tenido, porque es verdad, algo muy bueno he tenido que hacer en otra vida, para que vengas tú, y me hagas sentir así. Ya te lo he dicho mil veces, pero...¿Donde estabas durante tanto tiempo? Me da igual la verdad, ahora estás aquí, conmigo, y contigo, me siento invencible. Así que no dejes de hacerlo, no dejes de sonreir, de ser torpe, de dormir como un lirón, de reírte poco, de no querer sacarme la lengua, y por favor, por más que algún día te lo suplique, nunca dejes de decirme que tengo la cara de un candado y la cabeza más grande que el cuerpo.

Nada que no sea contigo, nadie que no seas tú, mi querido Calimero.
18/09/2013♥